Escondido bajo el subsuelo del Hotel Boutique Jalta, frente a la plaza de Wenceslao, en Praga, está el Museo de la Guerra Fría, en lo que fuera un bunker nuclear. El mentor de este interesante espacio –que es posible recorrer en una visita guiada de 45 minutos–, nos cuenta cómo nació el museo y, a la hora de la foto, posa muy serio, con la misma seriedad con la que reunió la colección que exhibe orgulloso: “Los soldados no sonríen”, argumenta.