Canales
Uno de los espacios naturales más impactantes de la República Checa, el Parque Nacional de la Suiza de Bohemia, ha reabierto al público dispuesto a sorprender a cuantos se animen a visitarlo. Tras un pequeño parón, debido a un incendio forestal el pasado año, vuelve a recibir a viajeros ávidos de disfrutar de torres rocosas, naturaleza y bucólicos paseos en barco.
A una hora al este de Praga, en tren o en coche, y, atención, a menos de tres desde Alicante, con un vuelo directo de compañía low cost, está Pardubice. Esta ciudad es muy interesante para conocerla, debido a todo lo que posee, y para emplearla como cuartel general, desde la que visitar toda Chequia, por ser un nudo de comunicaciones.
A apenas una hora en auto desde Praga, el panorama cambia radicalmente: las torres son de sólida roca y los castillos se levantan al borde de precipicios inquietantes: se trata del Paraíso de Bohemia, un geoparque reconocido por la Unesco como Patrimonio Natural de la Humanidad.
La música es una de las formas más sencillas y divertidas de acercarse a la cultura de la República Checa. Además, tiene una importante ventaja añadida: no es necesario conocer el idioma para disfrutar de la misma. Melodías clásicas, folk, pop… elige tu género favorito y sube el volumen mientras lees estas curiosidades musicales checas.
Por tierra, agua y aire; colgados de la ladera de una montaña o siguiendo caminos y carreteras poco transitadas. República Checa tiene muchas, muchísimas hazañas legendarias que ofrecer a los exploradores de corazón. Porque los que lo son de verdad, lo son en cada momento de su viaje, no importa dónde estén.
En su sinuoso transcurrir, el río Ohře rodea con un pronunciado meandro a la pequeña población de Loket, cuyo nombre en checo significa “codo”. Una fortaleza ubicada en ese punto estratégico ha vigilado la historia de los últimos ocho siglos. Y todo el conjunto es de una belleza que a nadie deja indiferente.
En esta ciudad y su entorno se pueden practicar varios deportes en cualquier época del año, recorrer rutas por la naturaleza a pie o sobre esquíes y conocer un hito arquitectónico que, incluso, te permitirá alojarte y comer.
Las regiones de Liberec y Hradec Králové son ricas en tradiciones artesanales de gran belleza y prestigio internacional. El vidrio soplado, los encajes elaborados a mano y los belenes navideños son algunos de los delicados trabajos que se realizan en diferentes talleres de la zona, que sorprenden al viajero en este recorrido imperdible.
A solamente dos horas en coche al noreste de Praga se encuentra el Parque Nacional de Krkonoše, un paraíso entre las montañas checas más altas y los bosques más frondosos. Un lugar, repleto de nieve en invierno, ideal para practicar esquí y, muy fresco y excepcional en verano, para hacer senderismo y practicar muchos otros deportes.
A poco más de una hora hacia el noroeste de Praga existe un territorio natural que ofrece todo lo necesario para ser feliz gozando del medioambiente. Algunos de estos paisajes están entre los más atractivos de Europa.

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