Canales
Entre bostezos y emoción por lo que estamos por vivir nos dirigimos a la Hauptbahnhof de Múnich, donde nos espera a las 10:05 horas nuestro tren con destino a joya de Chequia, Praga. Algo desvelados por el ritmo del viaje, pues ya es el día número 9 de 17 en Europa. Una ruta invernal de París hasta Amsterdam, con un grupo de 26 mochileros locos por viajar a los cuales ya llamamos amigos.
Volver a esos lugares donde disfrutamos de unas agradables vacaciones, o visitar ciudades y monumentos que tenemos en el punto de mira desde hace tiempo, es posible incluso sin salir de nuestro hogar. Acomódate en tu mejor butaca porque este vuelo está a punto de partir.
En solamente 79.000 km2 (similar a Castilla La Mancha) Chequia tiene multitud de zonas naturales, muchas protegidas, y, sobre todo, cuatro parques nacionales. Aquí siempre es fácil encontrar pueblos con encanto cerca de cualquier destino para solucionar la logística: alojamiento, restaurantes, etc.
Con la declaración de la Unesco de Karlovy Vary, Mariánské Lázně y Františkovy Lázně como parte de las “Grandes Ciudades Balneario de Europa”, la República Checa se ha convertido en uno de los países con mayor reconocimiento termal del continente. Si, además de historia, cultura y naturaleza, necesitas una dosis extra de relajación has encontrado tu lugar en el mundo.
¿Una cena diferente en Praga, sobre un lujoso barco, mientras se disfruta la ciudad que se va transformando con la iluminación nocturna? Tienes que navegar por el río Moldava.
Recorrer en coche la República Checa es una de las mejores propuestas para conocer a tu aire, con total libertad, tanto los grandes atractivos turísticos del país como aquellos lugares pintorescos a los que no llegan los viajes organizados. Estos recorridos por carretera se pueden realizar durante todo el año, sólo necesitas un mínimo de tres o cuatro días y ganas de disfrutar.
Cada aspecto del bucólico y bello pueblo de Třeboň, en Bohemia del Sur, está relacionado con el sofisticado sistema de estanques y canales que lo rodean, donde aseguran que hasta el diablo metió la cola, pero para bien.
Praga es una ciudad para admirarse desde lo alto y uno de los mejores sitios para hacerlo, es el mirador de la Tower Park Praha. Allí también es posible tomar un café, mirar detalles urbanos con los telescopios, cenar delicias u hospedarse en un hotel de una sola habitación.
Tomar conciencia de las grandes atrocidades de la historia y sensibilizarse sobre sus consecuencias es el primer paso para tener en claro porqué no deben repetirse. Así, la visita al antiguo campo de concentración nazi y el gueto de Terezín resulta tan conmovedora como imprescindible.

La ciudad balneario más antigua de Europa central, ubicada a mitad de camino entre Dresde y Praga, es famosa por sus spas, sus aguas termales, los personajes que por allí pasaron y sus historias. Descubre Teplice en 10 pasos.

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