Chequia de ultratumba
En la República Checa hay muchos lugares con un pasado "oscuro", hay un desbordante número de leyendas en el límite entre lo real e irreal y una cantidad casi infinita de fenómenos misteriosos y enigmáticos.
Por: Javier Mazorra
Publicado: Enero 12, 2018
Lugares como el carismático Castillo de Praga repleto de lugares secretos y fantasmas como la esotérica “Parábola con cráneo” de Jaroslav Róna y el Museo de los Magos o el antiguo Barrio Judío donde se pueden seguir múltiples rutas dedicadas a personajes tan inquietantes como el escritor Kafka, son ya sobradamente conocidos. Como los numerosos cementerios de la misma capital, tantas veces relacionados con historias luctuosas de raíz literaria aunque también vinculados con todo tipo de héroes y villanos, de carne y hueso, que terminaron convirtiéndose en leyenda.
Para los amantes de lo sobrenatural y toda esa fenomenología al filo de lo imposible, les sugiero un itinerario a lo largo y ancho del país que no sólo les permitirá descubrir rincones sobrecogedores pero también algunos de los hitos más desconocidos del riquísimo patrimonio cultural de este país centroeuropeo que nunca deja de sorprender.
Los treinta fantasmas de la iglesia de San Jorge en Lukova
Es difícil encontrar nada tan inquietante y misterioso como lo que se esconde el interior de esta pequeña joya arquitectónica construida en el siglo XIV en un rincón olvidado del noroeste de Bohemia. Después de sufrir todo tipo de vejaciones y desgracias a lo largo de su trágica historia, este templo en ruinas ha vuelto a recobrar un atisbo de vida gracias a una treintena de hipnóticos fantasmas que ha hecho realidad el artista Jakub Hadrava. La entrada es libre y suele estar abierta casi todos los días del año.
Las misteriosas reliquias de San Valentín en la Iglesia de San Pedro y San Pablo de Praga
Para quien no lo sepa, Praga tiene otro castillo, Vyšehrad. Se encuentra al otro lado del río Moldau y también incluye en su entorno una iglesia impresionante, famosa en Praga por un curioso carrillón que se puede escuchar cada hora. Aunque también por unos estupendos frescos modernistas de František Urban y su esposa Marie Urbanová-Zahradnická inspirados por Alfons Mucha. Menos conocida es su colección de tesoros que incluye el inquietante omoplato de San Valentín que el Emperador Carlos IV regaló a esta basílica en el S.XIV y que se redescubrió en 2012. Desde entonces se dedica una misa especial al santo el 14 de febrero. Hay que pagar una entrada para visitar el conjunto.
El brazo del ladrón de la Iglesia de Santiago en Praga
Fuera de los circuitos turísticos, la iglesia Sv Jakuba Vetsiho que es como realmente se conoce a la iglesia dedicada al apóstol Santiago, es uno de los secretos mejor guardados de la capital checa. Es recomendable visitarla coincidiendo con un concierto de órgano pero además de su enorme interés arquitectónico y musical guarda una curiosidad muy especial, el brazo momificado de un supuesto ladrón que al intentar apoderarse de la imagen de la Virgen María, esta le agarró con tanta fuerza, según cuenta la tradición, que no pudo soltarse hasta que terminaron cortándole el brazo que ahora cuelga desafiante en una de las paredes del templo. Hay que pagar una entrada para visitar el conjunto.
El santa santorum de los alquimistas de Praga
Hay varios museos en Chequia dedicados al mundo de la alquimia pero ninguno es comparable al Speculum Alchemiae ubicado en uno de los edificios más antiguos de la ciudad donde se cree que en el siglo XVI se creó un laboratorio alquímico secreto en los sótanos para el emperador Rodolfo II. El objetivo principal de los alquimistas era crear oro, la piedra filosofal o el elixir de la eterna juventud. Rodolfo II invitó a muchos alquimistas, astrónomos y científicos a su corte en Praga y algunos de ellos también trabajaron en este laboratorio, como el rabino Low, Tycho Brahe, Tadeas Hajek de Hajek , Johannes Kepler y muchos otros. ¡Un lugar fascinante!
Los cráneos pintados del osario de la iglesia de Krtiny
La iglesia barroca de este rincón del karst moravo, es una de las joyas del patrimonio religioso checo diseñada por el gran Santini y uno de los grandes centros de peregrinación de Centroeuropa desde hace varios siglos. Pocos visitantes saben sin embargo que también es depositaria de un impresionante osario descubierto a finales del S.XX que incluye doce cráneos que llevan dibujada a carbón una corona de laurel y en medio de la frente ostentan una gran letra T. que podría representar la letra griega tau que alude a un texto de la Biblia en el que se narra que el profeta Ezequiel escuchó la orden de Dios de que recorriera Jerusalén y trazara la letra tau en la frente de los varones que se lamentaban de todas las atrocidades perpetradas en la ciudad.
Las catacumbas de Znojmo
De entre las poblaciones checas que cuentan con otra ciudad paralela subterránea destaca esta joyita en el suroeste de Moravia muy cerca de la frontera austriaca, famosa por sus vinos y excelente gastronomía. Aunque se puede seguir una visita tradicional que profundiza en la historia de este laberinto de cuevas, resulta mucho más gratificante y divertido sumergirse en el mundo de misterio y fantasía que se propone a través del espectáculo Mysterious Underground donde cobran vida las rocas, se recrea un laboratorio de alquimistas y se disfruta de un alucinante viaje al pasado.
Las cuevas del infierno de Cvikov
Escondida en un frondoso bosque en el valle del río Svitavka, muy cerca del triple punto fronterizo que une a Chequia con Alemania y Polonia, se encuentra la cueva artificial más grande de Europa. Fue excavada durante el siglo XVIII para obtener un tipo de arena especialmente adecuada para crear espejos. Durante la Segunda Guerra Mundial sería utilizada por la Resistencia como fábrica de municiones clandestina antes de convertirse en la sede del Club de Motociclistas del Infierno que la han transformado en un inusitado circuito de carreras. Las cuevas están abiertas al público, incluyendo un pequeño bar con servicio de restauración.
El artístico osario de Sedlec en Kutnà Hora
Resulta bastante inexplicable que esta ciudad a unos ochenta kilómetros al este de Praga no sea más conocida a pesar de haber sido declarada Patrimonio de la Humanidad hace ya bastantes años por su ingente patrimonio arquitectónico. Algunas de sus obras mayores se encuentran en los alrededores, en el barrio de Sedlec, incluida una impresionante catedral y un cementerio que guarda un macabro tesoro. Para descubrirlo hay que introducirse en una pequeña capilla subterránea escondida bajo una iglesia barroca donde más de cuarenta mil esqueletos humanos han sido colocados artísticamente para transformar este espacio en un inusitado salón palaciego. Una enorme lámpara de araña, guirnaldas, custodias, muebles y escudos todos ellos formados por restos humanos forman un lugar bastante indescriptible que no deja a nadie indiferente. Abierto al público, hay que pagar una entrada.
El enigma del osario de Mělník
A treinta kilómetros al norte de la capital, esta pequeña población de unos veinte mil habitantes no puede competir con algunas de sus vecinas aunque su castillo es espectacular y su centro urbano no está nada mal. También cuenta con un osario curioso relacionado con la Guerra de los Treinta Años. Se utilizó hasta 1775, año en que el cementerio al lado de la iglesia fue suprimido. Según la orden territorial fechada el día 16 de agosto de 1787 los huesos amontonados en osarios debían ser sepultados bajo tierra. En Mělník lo resolvieron a su manera: tapiaron ventanas y la entrada al osario. En 1910 el antropólogo Jindrich Matiegka volvió a abrir el recinto, reorganizando los huesos siguiendo sus propios principios teológicos, dándole un aire de película de terror que atrae a muchos frikis.
La cripta está abierta al público.
Las momias de Vamberk en el Monasterio de Broumov: Si no fuera por su ubicación en el extremo noreste del país, en la misma frontera con Polonia, esta pequeña población de apenas siete mil habitantes sería mucho más conocida, sobre todo después de la importante restauración de su espectacular monasterio que lo ha convertido en uno de los monumentos visitables más significativos de la República Checa. Entre los muchos secretos que esconde destacan varias docenas de momias en uno de sus sótanos, procedentes de la cripta de la Iglesia de San Procopio en Vamberk, otra población de esa parte de Bohemia del Este que en el S.XVII se convertiría en una de las capitales europeas de la fabricación de encajes. Precisamente una de las momias es de Magdalena Grambová que provenía de Bélgica y fue la persona que introdujo en el país la tradición del encaje de bolillos.
Se necesita pagar una entrada para visitar el conjunto del monasterio.
El segundo osario más grande de Europa está en Brno
Sólo el osario de Paris cuenta con mayor número de esqueletos que el que se puede visitar en el entorno de la Iglesia de Santiago de la capital de Moravia. Nada menos que unos cincuenta mil esqueletos descansan en estos misteriosos pasadizos que fueron reabiertos en 2001. Con el conjunto de bodegas y laberintos bajo la Zelný trh (Plaza del Mercado de verduras) forma el núcleo central de ese emblemático Brno subterráneo. Se ofrecen visitas guiadas para un máximo de veinte personas cada media hora.
Panteón de los Capuchinos de Brno
La Iglesia del Descubrimiento de la Santa Cruz, frente a la principal estación ferroviaria de la capital morava, es sin duda uno de los grandes monumentos de la ciudad y un hito del arte rococó en la República Checa aunque muchos de los visitantes que se acercan a este monasterio de los Capuchinos lo hacen para conocer su espectacular panteón construido en el S.XVIII bajo la iglesia. Allí se encuentran perfectamente conservados y a la vista de todos los restos momificados de los miembros de la Orden pero también de sus protectores y de distinguidas personalidades de Brno. También se puede aprovechar para visitar la muestra Ars Moriendi que cuenta el descubrimiento de las pinturas del S.XVII de la capilla del Loreto en la Castillo de Praga.