Český Krumlov a través de un videoclip
El poder de atracción del medio audiovisual logra captar nuestra atención en numerosas ocasiones, hasta el punto de viajar a un destino solamente por haber visto una película o un vídeo musical en el que aparecen paisajes y lugares que nos apetecería visitar.
Por: Joaquín del Palacio
Publicado: Abril 16, 2018
A unas dos horas al sur de Praga se encuentra uno de los núcleos urbanos más bonitos de Europa, Český Krumlov, y, posiblemente el más bonito de la República Checa. Sus alrededores son preciosos también, de hecho, estos son los paisajes que Chambao ha elegido para uno de sus videoclips con la famosa canción Ahí estás tú.
Cuántas veces hemos visto una película y hemos querido conocer ese destino porque nos han cautivado su fotografía. Amadeus (1984), Misión imposible (1996) o Casino Royale (2006) tiene imágenes y secuencias de sus exteriores rodadas en Praga y al verlas desearíamos estar allí... En los videoclips o en los spots publicitarios las imágenes son más fugaces pero captan nuestra atención del mismo modo. En esta filmación de Chambao aparece Český Krumlov y sus alrededores (a solamente 50 km al norte y al sur) y lo que vemos nos gusta tanto que vamos a descubrirlo. Metámonos en el vídeo y viajemos a una zona de película...
El lago, un paraíso
El precioso atardecer sobre el lago o la hoguera en su orilla que aparece en el videoclip está en Lipno, es el llamado “Mar de Bohemia del Sur”. Realmente es un embalse del río Moldava que está situado cerca del Parque Nacional de Šumava; y transmite el mismo encanto que muestra en las secuencias. Este parque, sito entre bosques frondosos, se puede recorrer, como los monos en la selva, por las copas de los árboles, integrados en la arboleda como la fauna que allí mora, mediante un peculiar sendero preparado para sentirse como nuestros ancestros encaramados en las ramas más altas disfrutando de una panorámica imposible para un humano pero muy atractiva y deseable. La sensación de recorrer un bosque por las ramas es inolvidable.
Si el vértigo no nos lo permitiera, sería una pena, pero también se podría caminar por tierra firme por senderos que se internan en la naturaleza. Y además es posible navegar a vela, surcarlo en barco a motor o bañarse al atardecer emulando a Chambao. Con las distintas actividades es fácil sentir cualquiera de las cuatro estaciones y sus diferentes paisajes e, incluso también, el invierno es sensacional. ¡Qué romántico aquí el invierno!
Durante los meses más fríos el lago se hiela y los patinadores lo cruzan deslizándose rayando el hielo mientras otros, más aficionados al esquí, se montan en los telesillas remontando laderas blancas para bajarlas rompiendo el silencio del paisaje impoluto. Pero también hay pistas para practicar bobsleigh. Este deporte es adictivo. El que lo ha probado alguna vez hace lo que sea por repetirlo una y otra vez hasta quedar exhausto.
Lugares privilegiados
A 11 km aguas abajo, de este impresionante parque de diversión y deporte en Lipno nad Vltavou, por el río Moldava, está el monasterio cisterciense de Vyšší Brod. Para conocer, que aparte de la naturaleza en esta zona, el hombre hizo maravillas también. Fue establecido en este paraje a mediados del siglo XIII y tiene una de las características típicas de los monasterios:
Están situados en los mejores sitios. De ello se encargaron los Rosenberg que pertenecían a la principal familia de mecenas del territorio. Ellos son los impulsores y protectores de este monasterio.
De nuevo otros 10 km aguas abajo por el Moldava descubrimos una fortaleza en un sitio especial. Los castillos sí que están ubicados en los sitios con mejores vistas. Es así porque era necesario construirlos en sitios estratégicos para divisar y controlar mucho espacio. Varios castillos checos son joyas por descubrir y algunos se encuentran en entornos fluviales preciosos como el castillo de Rožmberk, en Rožmberk nad Vltavou. Tiene una magnífica colección de armas y de pintura y se puede hacer una visita nocturna con desfile de trajes de época por esta fortificación, que es otra posesión de la familia noble más influyente en aquellos momentos, los Rosenberg.
Una aldea museo
A 30 kilómetros al norte de Český Krumlov existe una pequeña aldea que mantiene todo el encanto de la tradición rural, es Holašovice. Una aldea por la que el tiempo no pasa y las costumbres y la arquitectura tradicional permanecen. Debido a su singularidad y su perfecto estado fue reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Allí continúan inalteradas las granjas con el mismo aspecto que en siglos pasados, mantiene el mismo plano parcelario y las estructuras de las edificaciones son las mismas que en la época medieval (siglos XIII y XIV) en que estos terrenos se colonizaron y se urbanizaron. Esos datos ya aparecen en documentos de Wenceslao II y datan de 1292 y nos cuentan la relación que tenían con el monasterio de Vyšší Brod. Sin duda, un singular viaje al siglo XIII en un entorno natural que se mantiene en el mismo estado del aquel pasado lejano.
Muy cerca:
- Český Krumlov
- České Budějovice, la metrópoli de Bohemia del Sur
- Los paisajes fluviales del río Moldava