ESKA: Pan recién horneado y tradición reinterpretada
Karlín, el barrio industrial de Praga, que se ha convertido en un polo de atracción para hipsters, fashionistas y foodies, tiene un vecino que propone tradición con toques muy modernos: el restaurante y panadería Eska. Debes probar sin falta su auténtica cocina checa reinterpretada.
Por: Jess Garbarino
Publicado: Febrero 22, 2019
Praga 8, cerca de la estación Invalidovna del metro, línea amarilla. En pleno barrio industrial de Karlín, el restaurante y panadería Eska se ha convertido en un punto de referencia cuando de gastronomía checa se habla. Los chefs Martin Štangl y Tomáš Valkovič proponen cocina orientada a la sustentabilidad, donde las recetas tradicionales legadas por los abuelos son la base y fuente de inspiración para crear platillos novedosos, llenos de sabor local.
Pegado al Forum Karlín, en el número 49 de la calle Pernerova, el restaurante Eska tiene una planta baja en la que se encuentra una gran panadería donde los bollos se amasan a la vista de todos, los carritos con los panes recién horneados son una invitación perfumada que hace agua la boca y hay una larga mesa elevada para hacer degustaciones. En ese mismo piso, una tienda gourmet ofrece toda clase de productos artesanales para los paladares más exigentes. Para acceder al salón principal del restaurante hay que subir a la primera planta, donde los techos llenos de vigas y cañerías a la vista van muy en sintonía con la estética fabril del resto del barrio. El lugar suele llenarse tanto a mediodía para el almuerzo como durante la noche, cuando ofrecen cenas en ambiente relajado y agradable.
La carta propone siempre ingredientes de temporada de los productores locales – con los que el restaurante procura tener una relación directa–, elaborados con técnicas modernas y toques vanguardistas, pero basados en recetas tradicionales.
Las delicias que llegan a la mesa se pueden acompañar con cervezas artesanales o una cuidada selección de vinos, entre ellos unos cuantos de los viñedos de Moravia del Sur.
Las papas en ceniza son un elemento básico en el menú: las papas se hornean en carbón de madera perfumado con heno y se sirven sobre espuma de papa cremosa. También sugieren un menú de degustación llamado "De albaricoque a calabacín", que los chefs prepararán en ocho platos utilizando ingredientes de temporada.
Las salchichas caseras, por lo demás, se acompañan con los panes que llegan del piso de abajo. Las verduras son coloridas y sus sabores vibrantes. Las carnes cocidas en su punto justo… y los precios accesibles. Así, el restaurante fue galardonado con el premio Bib Gourmand en 2017, 2018 y 2019, un reconocimiento de la Guía Michelin por ofrecer comidas excepcionales a precios razonables.
Así es fácil explicarse por qué Eska se ha convertido en uno de los favoritos de Karlín.