La fábrica de Moser: El cristal de Bohemia, paso a paso
Todo el prestigio que ha conseguido el cristal de Bohemia en el mundo puede resumirse en una marca: Moser. Desde 1857, la empresa produce los objetos más refinados en Karlovy Vary, donde es posible visitar la fábrica y conocer a los artistas que hacen realidad la perfección, la belleza y la exclusividad.
Por: Jess Garbarino
Publicado: Marzo 07, 2019
Hace unos 160 años, Ludwig Moser comenzó a producir objetos de cristal de altísima calidad en el famoso balneario checo de Karlovy Vary, donde acudían los millonarios de toda Europa para beber las aguas minerales terapéuticas de los manantiales. Pronto se corrió la voz sobre la belleza y refinamiento de las piezas elaboradas a mano, al punto que el empresario empezó a recibir pedidos incluso de las casas reales.
Desde aquel entonces hasta hoy, la compañía ha sabido evolucionar sin ceder un milímetro en su obsesión por la perfección. Así, cuando se visita Karlovy Vary, es una excelente idea hacer el recorrido guiado por la fábrica de Moser para conocer la sorprendente historia, el proceso de elaboración y las nuevas tendencias de diseño del cristal de Bohemia.
El museo y la fábrica
Al llegar a las instalaciones de la fábrica de cristal Moser, lo primero que llama la atención son las esculturas de cristal que se encuentran en los jardines junto a la entrada, perfectas para una divertida sesión de fotos.
Luego se ingresa al Café Moser, donde se puede beber algún refrigerio en lo que llega el turno de iniciar el recorrido guiado.
La primera parada de la visita será en el Museo del Cristal, donde se pueden apreciar algunas de las piezas más famosas y la historia de la compañía. Allí también exhiben un video de 10 minutos (con audio en diferentes idiomas), que hace un resumen de los 160 años de historia de la empresa.
Así llega el momento de presenciar el ajetreo en el taller de soplado de vidrio. Pero antes se ofrece una explicación sobre la materia prima y el proceso completo de elaboración de cada pieza. Una vez en el enorme galerón la temperatura sube, el aire huele a madera quemada y la fascinación de los visitantes crece ante el hipnótico trabajo manual en que una bola de vidrio incandescente va tomando diferentes formas.
Luego, viene el templado, el corte, el tallado y, en algunos casos, la aplicación de oro o platino a las piezas. Pero esas etapas de la fabricación conservan algunas técnicas secretas que no se muestran al público.
Por fin, el grupo sale del taller para reunirse en la plaza Ludwig Moser para que el guía pueda responder a las preguntas en un ambiente más relajado.
La tienda que se visita antes de partir resulta igualmente interesante, ya que allí se exhiben tanto las piezas más clásicas como los trabajos innovadores de los jóvenes y talentosos artistas que la empresa incorpora constantemente a sus filas.
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