Paseando por Praga con unos “manolos”
Uno de los nexos entre Chequia y España pueden ser las exposiciones: fotográficas, de pintura... ¡o de zapatos! Sí, Manolo Blahník es diseñador de zapatos, tiene una exposición en Madrid y es de ascendencia checa por parte de padre. Recorreremos una zona tan bonita como desconocida de Praga con obras de arte en los pies; elegantemente calzados con los llamados “manolos”.
Por: Joaquín del Palacio
Publicado: Febrero 16, 2018
Uno de los nexos entre Chequia y España pueden ser las exposiciones: fotográficas, de pintura... ¡o de zapatos! Sí, Manolo Blahník es diseñador de zapatos, tiene una exposición en Madrid y es de ascendencia checa por parte de padre. Recorreremos una zona tan bonita como desconocida de Praga con obras de arte en los pies; elegantemente calzados con los llamados “manolos”.
La elegancia y la belleza con la que este diseñador crea y todos los elementos que decoran sus “manolos” nos recuerdan la cantidad de detalles que abundan en Praga, una de las ciudades con más componentes decorativos en las fachadas y en el diseño de sus edificios tanto modernos como antiguos.
Su propia calle
En la búsqueda de los ancestros y huellas de Blahník en la capital checa aparece la calle Blahníkova en el área de Praga 3, que lleva su apellido. Esta barriada residencial se encuentra al este del centro. Sus antepasados que vivieron en la Checoslovaquia del periodo entre guerras, su padre incluido, se vieron forzados a exiliarse por la presión de los nazis en los años 30, por eso Manolo nació en Canarias pero siempre ha estado muy unido a Chequia, él mismo cuenta: “Cuando trabajé con el encaje de bolillos checo hecho a mano y los cristales Preciosa, nuevamente me di cuenta de lo orgulloso que estoy de mis raíces checas.” Los cristales Preciosa son checos y se producen en el Valle de los Cristales, un lugar histórico en la producción de cristal de calidad que está cerca de Liberec, al norte de la capital.
Torre, hotel y restaurante
En la zona de Praga 3 se ubica Žižkov, uno de los distritos residenciales, un sector con una arquitectura homogénea y elegante y varias zonas verdes. Es un barrio tranquilo y muy seguro que está situado al este del centro, bastante cerca, ideal para alojarse y estar apartado del turismo que recorre las zonas históricas. La paz que reina en este distrito cautiva a cualquiera porque está repleto de parques y jardines con lugares interesantes para ver como la colina de Žižkov en la que se encuentra la Torre de Televisión, uno de los edificios praguenses más originales y sorprendentes. Es a la vez: torre de comunicaciones, restaurante y un lugar secreto... Se trata de un hotel exclusivo y muy especial con unas vistas únicas sobre la urbe.
One Room Hotel de 6* cuenta con una sola habitación de lujo, a 70 m de altura. Dormir en esta atalaya no es fácil de lograr, para reservar hay que entrar su web. Poder pasar una noche en ese singular alojamiento que sirve de balcón sobre la ciudad es, sin duda, uno de los mejores recuerdos que se puedan rememorar y una experiencia realmente anecdótica. Toda la habitación (dormitorio y servicio) es diáfana con un ventanal que ocupa toda la pared y sirve de mirador. Es como tener una gran pantalla de cine con un documental sobre Praga. ¡Cuidado es posible pasar la noche en vela!
El restaurante Oblaca también está en la torre. Es una curiosa mezcla de buena gastronomía que ofrece el chef Tomáš Lachman y las impresionantes vistas que se divisan. Ha recibido varios premios León de Oro en la clasificación Royal Gastro en los años 2016 y 2017. El edificio cuenta además con el restaurante Miminoo en el jardín donde se puede practicar petanca, minigolf y patinaje sobre hielo. Esta torre es toda una experiencia.
Arquitectura y parques
Los amantes de la arquitectura disfrutarán del barrio de Žižkov porque cuenta con varios ejemplos de construcción moderna como el hotel Don Giovanni Prague en la avenida Vinohradská, una grandiosa vía urbana con edificios contemporáneos y singulares. También existen muchos hoteles que son modernos, están a la última y tienen buenos precios por eso es un buen lugar para alojarse al visitar la ciudad.
Las zonas verdes también abundan en este barrio. Algunas son cementerios como el Nuevo Cementerio Judío que data de 1891, en el que el 11 de junio de 1924 fue enterrado Franz Kafka; y el Olšany, el más grande de Praga que data de 1680, y en el que yacen muchas personalidades checas; ambos camposantos tienen muchas construcciones de art nouveau que son extraordinarias.
El parque más espectacular del barrio, repleto de árboles, es la colina de Vítkov, una de las más interesantes y frondosas de Praga pues allí luce, emergiendo entre el verde, la estatua ecuestre de Jan Žižka, un héroe nacional del siglo XIV que se ha convertido en el tercer monumento ecuestre más grande del mundo. El conjunto que se compone del Museo Nacional y el Monumento Nacional de la Colina de Vítkov,es una visita indispensable pues también cuenta con la Tumba del Soldado Desconocido y el panorámico café Vítkov para tomar un refresco mientras se divisa desde su mirador las vistas de la ciudad. Se puede aprovechar la visita para acercarse al Museo del Ejército Žižkov que está allí al lado.
Muy cerca:
-El parque Parukářka, el búnker y el museo de la Guerra Fría