Proti Proudu: para los que van contra la corriente
El barrio de Karlín, en Praga 8, propone la mayor parte de la novedad que se permite la milenaria ciudad capital. Allí, donde se multiplican los bares alternativos, los cafés con toques muy contemporáneos y la oferta de diseño, llama la atención el bistró Proti Proudu –se traduce como “contra corriente”–, que tiene al frente a la pareja de periodistas Karolina y David Konečný.
Por: Jess Garbarino
Publicado: Agosto 30, 2019
Una casa antigua que hace esquina en pleno barrio de Karlín, con grandes ventanales y, adentro, un diseño contemporáneo en tonos claros, que de alguna forma resulta muy cálido. Una gran barra de color cobrizo con la frase “IN COFFEE WE TRUST” pone el acento oscuro, además de los cables que atraviesan el techo hasta cada mesa, desde un panel con los apagadores. El nombre del lugar, Proti Proudu, se traduce como “contra corriente”, de modo que el motivo de la corriente (eléctrica, del río Moldava, etcétera) se repite una y otra vez.
David Konečný luce como el perfecto hipster que debe estar al frente de un lugar como Proti Proudu, con su gran barba y su corbata de moño. Su esposa, Karolina Konecná, especialista en gastronomía (editó un libro sobre la cocina de Cerdeña) pretende estar oculta, en un segundo plano, aunque uno sospecha de inmediato que aporta gran parte de la energía y las opiniones que se necesitan para sacar adelante el bistró. Juntos nos cuentan sobre su proyecto y nos dan algunos consejos (de esos que no figuran en ninguna guía de turismo) para descubrir rincones secretos de la ciudad.
¿Cómo definirían a Proti Proudu y cómo empezó esta aventura?
Es un bistró familiar. Ambos somos periodistas y cuando nos conocimos, hace 20 años, David quería una cafetería. De modo que eso siempre estuvo latente, hasta que nos decidimos a hacerlo realidad. La búsqueda del lugar adecuado duró tres años y el bistró lleva dos años funcionando. Tenemos dos hijos y el bistró es el tercero… y esperemos que nunca llegue a la pubertad. Es un sueño cumplido.
Por lo demás, queríamos una cafetería pero también un bistró donde la gente pudiera reunirse, estar a gusto. La idea original fue servir desayunos durante todo el día. Cuando los niños eran pequeños en ocasiones queríamos dormir un poco más y después desayunar bien. Pero nos dimos cuenta de que la mayoría de los lugares sirven los desayunos sólo hasta las 11 de la mañana. De modo que nosotros servimos desayunos desde las 8:30 hasta las 21 horas.
Además, somos muy cuidadosos al seleccionar nuestros proveedores y procuramos hacer aquí mismo todo lo posible.
¿Por qué Proti Proudu?
En checo suena bien y tiene varios significados. Quiere decir “contra corriente” y hace alusión a la corriente del río Moldava, que corre aquí junto y llega al centro de la ciudad. Pero también es un homenaje a František Křižík, ingeniero eléctrico e inventor, conocido como el “Thomas Edison checo”, que tuvo que ver con la instalación del ferrocarril eléctrico en Karlín.
¿Cómo acondicionaron el lugar?
El diseño fue una misión para Karolina, ella sabía con claridad lo que quería y lo que no. Contratamos a un estudio de arquitectura llamado Mimosa. Sólo una vez nos vimos, les contamos nuestra historia, la idea que teníamos en mente y nos fuimos a Cerdeña, para que Karolina pudiera terminar su libro de cocina. Al volver, nos dieron su propuesta y no le cambiamos nada. Hasta hoy lo respetamos muchísimo y nos parece increíble.
¿En qué está inspirado el diseño?
Queríamos algo sencillo, que no se hiciera viejo rápido, ventanas por las que entrase mucha luz. Y a la vez algo que diera sensación de calidez. Por eso las mesas y las sillas son de madera. También buscábamos que todo el mobiliario fuera de empresas checas. Ese fue el único conflicto con los diseñadores, porque proponían sillas de una empresa extranjera y nosotros insistimos en que debían ser de TON, industria nacional.
En las estanterías, donde normalmente se ven botellas con alcohol, se nos ocurrió poner objetos de diseño checo, cosas que hemos rescatado de diferentes mercados de pulgas, bazares… son cosas antiguas de cristal producidas aquí. ¡Y todo lo usamos! Nos gusta volver a la vida objetos antiguos.
Además de café, qué puede pedir uno en el bistró.
Hacemos una sopa al día sin gluten, también ofrecemos sándwiches y, por las noches, tenemos un menú que va variando. Como nos ha ido tan bien y se hizo famoso el lugar, hemos ido expandiendo nuestra oferta.
El 90 por ciento de nuestros visitantes son recurrentes, vienen seguido y son gente local. Hay quienes vienen por la noche y piden el plato del día, sin preguntar qué es. Tenemos la confianza del consumidor, que eso vale mucho y lo apreciamos enormemente.
¿Qué sitios alternativos le recomendarían a alguien que viene de visita a Praga?
Dos veces al año se celebra un mercado en la galería Manés, donde se venden productos artesanales tradicionales checos y eslovacos. Es muy recomendable.
Una gran idea es visitar el taller del joyero Hanuš Lamr (Valdštejnská 4, Praga). Chequia tenía larga tradición en la orfebrería. Pero cuando terminó el comunismo, en 1989, vino toda la oleada de joyeros de la ex Yugoslavia, pero últimamente se está reviviendo toda la tradición y la artesanía de los joyeros. Uno de ellos es Lamr y merece la pena visitarlo.
Y para los que les gusta el diseño, Ema Mamisu tiene un taller de vajilla en Vinohrady muy interesante.
¿Dónde invitarían a comer a un amigo?
Lo invitaría a nuestro bistró, ¡ciento por ciento! También recomendaría Krystal Bistro, que está en Karlín. Y la charcutería Naše Maso, de Praga 1.
¿Cuál sería la salida nocturna favorita?
Desde que tenemos bistró estamos siempre aquí, así que preguntarnos por la vida nocturna es infructuoso (ríen). Pero una buena idea sería ir a pasear a las orillas del río Moldava y ver qué sugiere el momento.
¿Un lugar fuera del circuito turístico que vale la pena visitar?
La colina Žižkov, donde está una de las estatuas ecuestres más grandes del mundo. Es un lugar al que los turistas casi no van y merece la pena. También es recomendable el parque Stromovka, en Praga 7, que es un lugar donde van las familias con niños a hacer picnics los fines de semana. Y, por supuesto, el parque Letná, con hermosísimas vistas de toda la ciudad.
Contacto
Bistro Proti Proudu
Březinova 22/471,
Karlín, Praga 8, Chequia.
Tel. + 420 728 036 171
http://www.bistroprotiproudu.cz