Un barco, el atardecer, una cena y Praga desde su río Moldava
¿Una cena diferente en Praga, sobre un lujoso barco, mientras se disfruta la ciudad que se va transformando con la iluminación nocturna? Tienes que navegar por el río Moldava.
Por: Jess Garbarino
Publicado: Abril 16, 2018
Justo antes de que empiece a atardecer, hay que poner rumbo al malecón del río Moldava de Praga y dirigirse al muelle 5, cerquita del puente de Chequia, para abordar el lujoso barco-restaurante Lužnice, que zarpa a las 20 horas para agasajar a sus pasajeros durante un paseo inolvidable, con cena gourmet incluída.
Prague Boats ofrece muchas opciones para quienes buscan ver la ciudad desde una perspectiva diferente, navegando por el río Moldava. Hay recorridos que duran desde 50 minutos hasta los paseos con cena incluida, de tres horas, o incluso eventos privados.
El barco Lužnice es el más lujoso que tiene la empresa naviera y el que utilizan para los recorridos llamados Sweet Prague (en sus versiones Essential, para un máximo de 32 pasajeros, o Gold, para 16 privilegiados). Estos paseos tienen una duración de tres horas, incluyen menú a la carta y música en vivo.
A poco de empezar a navegar, el barco pasa por debajo del puente de Chequia. Una vez que fue asignada la mesa y se eligen los platillos que se van a degustar en la velada, parece buena idea subir a la cubierta superior, con una copa de vino, para apreciar la vista, puesto que el puente de Mánes es el segundo que se atraviesa y en tercer lugar vendrá el famosísimo y muy bello puente de Carlos, para luego ir bordeando la isla de Kampa.
A medida que avanza el barco, la noche cae sobre la ciudad, que se va transformando a medida que se enciende la iluminación nocturna. Es entonces cuando se atraviesan unas exclusas que luego llevan al barco a pasar debajo del puente Jirásek y junto al club Jazz Dock (al verlo dan ganas de hacer planes para, luego del paseo en barco, alargar al máximo la velada allí).
Cuando la cena está lista, es tiempo de bajar al salón comedor para continuar disfrutando el paisaje desde los enormes ventanales del barco, mientras se degusta la entrada: ¿jamón praguense? ¿carpaccio? ¿ensalada caprese? Por cierto, también ofrecen opciones para vegetarianos (hay que pedirlas cuando se hace la reservación). De plato principal se puede elegir entre el confit de pato, el steak de pescado horneado o el rosbif. Todo acompañado de una botella de vino cada dos personas. De postre, una variedad de quesos italianos y checos, o mousse de chocolate o fresas con menta y sorbet de limón y mascarpone.
Luego de atravesar el puente del Ferrocarril y acercarse al puente de Barrandov, junto al barrio del mismo nombre, famoso por ser sede de la industria del cine praguense, el barco da media vuelta para emprender el regreso al punto de partida, ofreciendo a los pasajeros una segunda oportunidad de reconocer los edificios más emblemáticos de Praga, cuyas siluetas iluminadas, junto con toda la atmósfera del paseo, quedarán grabadas para siempre en sus recuerdos.
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