Canales
La región famosa por su vino, sus hitos arquitectónicos sin igual, sus bellos jardines, sus singulares espacios naturales y sus tradiciones es inagotable, mientras ofrece muchas opciones de relax y diversión. Planea un viaje inolvidable de una semana a Moravia.
Con la declaración de la Unesco de Karlovy Vary, Mariánské Lázně y Františkovy Lázně como parte de las “Grandes Ciudades Balneario de Europa”, la República Checa se ha convertido en uno de los países con mayor reconocimiento termal del continente. Si, además de historia, cultura y naturaleza, necesitas una dosis extra de relajación has encontrado tu lugar en el mundo.
¿Una cena diferente en Praga, sobre un lujoso barco, mientras se disfruta la ciudad que se va transformando con la iluminación nocturna? Tienes que navegar por el río Moldava.
Recorrer en coche la República Checa es una de las mejores propuestas para conocer a tu aire, con total libertad, tanto los grandes atractivos turísticos del país como aquellos lugares pintorescos a los que no llegan los viajes organizados. Estos recorridos por carretera se pueden realizar durante todo el año, sólo necesitas un mínimo de tres o cuatro días y ganas de disfrutar.
Tomar conciencia de las grandes atrocidades de la historia y sensibilizarse sobre sus consecuencias es el primer paso para tener en claro porqué no deben repetirse. Así, la visita al antiguo campo de concentración nazi y el gueto de Terezín resulta tan conmovedora como imprescindible.

La ciudad balneario más antigua de Europa central, ubicada a mitad de camino entre Dresde y Praga, es famosa por sus spas, sus aguas termales, los personajes que por allí pasaron y sus historias. Descubre Teplice en 10 pasos.
La Dama Blanca, el fantasma más famoso de Chequia, también dejó su huella legendaria en este pequeño y pintoresco poblado. 
Quizás no haya una ciudad en Chequia más misteriosa e inquietante que Tábor, cuya vistosa apariencia monumental , cuajada de edificios renacentistas profusamente decorados, esconde un sobrecogedor laberinto subterráneo de túneles y bodegas interconectadas. 
La torre gótica Trúba se eleva ineludible sobre la colina donde se asienta Štramberk desde hace al menos siete siglos. Una breve muralla serpentea cuesta arriba y todo el conjunto de antiguas casas evoca esos escenarios mágicos donde tienen lugar historias que merecen ser contadas, como la de la mandíbula de un niño neandertal o la de las orejas de los tártaros.
¿Cuántas ciudades checas conoces? Los viajeros de corazón se reconfortan soñando con su próximo viaje, por lo tanto, queremos poner en sus listas de deseos cinco ciudades checas imprescindibles: Karlovy Vary, Pilsen, Český Krumlov, Brno y Olomouc. Arma tu itinerario.

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