CON ADOLF LOOS, DESDE MADRID A BRNO
Después de pasar por el Museo del Diseño de Barcelona, llega al CaixaForum de Madrid – hasta el 24 de junio – Adolf Loos. Espacios Privados la primera exposición en España dedicada a este influyente arquitecto que nació en Brno -y no en Viena, como indican en el texto de la web de la Fundación de la Caixa - , el 10 de diciembre de 1870.
Por: Javier Mazorra
Publicado: Mayo 23, 2018
Aunque desarrolló una parte importante de su obra en la capital austríaca, como se nos ofrece con todo tipo de detalle en esta espectacular muestra que se concentra en su producción vienesa, no se puede olvidar el ingente número de obras que realizó en la actual República Checa donde pasaría largas temporadas, sobre todo entre 1907 y 1910 y después de la Primera Guerra Mundial entre 1927 y 1932 antes de morir al año siguiente.
Sólo hay que comprobarlo leyendo el post de Jess Garbarino La Ruta de Adolf Loos en Chequia. Lujo sin ornamentos donde se proponen 3 citas con Loos en Praga, en la Villa Winternitz y en el reconstruido apartamento de Richard Hirsch en U Starého Hrbitova 40/6, en el barrio de Josefov, además de la posibilidad de conocer de primera mano ocho proyectos en la ciudad de Pilsen a través de tres visitas guiadas que permiten, sobre todo descubrir como el autor de la obra “Ornamento y Crimen”, publicada en 1913, revolucionó el concepto del interior de las viviendas, abriendo el camino a otros arquitectos como Mies van der Rohe o el mismo Corbusier.
¿Pero qué queda de Adolf Loos en su ciudad natal? En principio nada tan espectacular como en Praga o Pilsen aunque sólo hay que comenzar a tirar del hilo para descubrir que de alguna forma sigue muy presente en la capital de Moravia. Existe incluso un libro, “Huellas de Adolf Loos en Brno” de Dagmar Černoušková, que se publicó en 2010 con motivo de una muestra que se presentó en el Castillo Špilberk.
Lo primero quizás que todo amante de la arquitectura de Loos debe hacer en Brno es acercarse a la calle Kounicova 680/6 donde ahora se encuentra el Hotel Continental. El edificio diseñado en 1961 por Zdeněk Řihák ha sido restaurado por completo en 1916 y es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura de su época aunque también cuenta con importante valor sentimental ya que ocupa el lugar donde estuvo la casa natal y el taller de piedra del padre de nuestro arquitecto, como se indica en una preciosa placa de mármol inscrita con letras doradas que se ha colocado en la entrada.
La segunda parada la tiene que hacer en el interior de la Feria de Muestras de la ciudad, otro lugar de enorme interés para los amantes de la arquitectura al incluir obras de muchos de los protagonistas del movimiento funcionalista que dominó el panorama urbanístico y arquitectónico de la República de Checoslovaquia, en el periodo de entreguerras. Hay obras espectaculares de Bohuslav Fuchs. Josef Gočár, Vlastislav Chroust y otros pero también escondido en un edificio aparentemente anodino se puede ver un insólito interior de Adolf Loos que casi todos consideraban como su gran maestro e inspiración. Es el comedor del castillo de Pysárky que había realizado para Viktor Bauer, un magnate de la industria azucarera con el que tendría una estrecha relación. Si su primer proyecto en Brno para Kare Herold no llegó nunca a realizarse, tuvo en cambio más suerte con este personaje que no sólo le permitió realizar su casa particular que aún queda en pie en la calle Loosova nº 214 de Hrušovany u Brna, al sur de la ciudad, sino también la remodelación de su fábrica y la decoración interior de ese castillo que había sido parcialmente destruido. Para conocerlo sólo hay que pedir permiso en recepción. Vale la pena indagar sobre su relación con Bauer quien se convertiría en un verdadero amigo, colaborando de forma intermitente durante muchos años. Se sabe que lo introdujo en el ambiente artístico de Viena, presentándole a Oskar Kokoschka quien le pintaría un retrato en 1914 y también a Egon Shiele que lo volvería a retratar a mediados de los años veinte. No tuvo suerte sin embargo en otros proyectos relacionados con la ciudad, como su posible colaboración con Jan Vaněk en la UP (Uměleckoprůmyslové dílny), una innovadora empresa relacionada con la decoración de nuevos edificios de estilo funcionalista o la Casa Jordan que nunca llevó a realizarse.
Aunque no existen más obras que se puedan identificar directamente con Adolf Loos en Brno, su influencia es visible por todas partes. Sólo hay que seguir cualquiera de los itinerarios arquitectónicos por la ciudad que propone BAM para comprobarlo. El ejemplo más claro sin embargo se puede apreciar en la famosa Villa Tugendhat de Mies van der Rohe – dieciséis años más joven que Loos- , declarada Patrimonio de la Humanidad. Hay que recordar que su construcción en 1930 es prácticamente simultánea con la Villa Müller de Loos en Praga donde este pondría en práctica de forma total y absoluta sus teorías tanto sobre la utilización de materiales y decoración como con el Raumplan o como debe ser desarrollado de forma ideal el espacio de una vivienda. Como puntualiza el especialista en Loos Alejandro Carlos García Faerna: “Se trataba de una nueva forma de pensar el proyecto arquitectónico, donde ancho y largo se complementan con el alto. Por tanto, es un modo de proyectar en las tres dimensiones del cubo, aprovechando circulaciones y vistas para el desarrollo de un recorrido espacial fluido. Así, cada espacio determina sus dimensiones en los tres ejes según su función en el conjunto, y se relaciona mediante vistas diagonales con el resto. Las circulaciones verticales toman entonces protagonismo uniendo cada habitación y fomentando la experiencia teatral del paseo. Todo este sistema alcanza su sentido al definir una distribución funcional compacta y centrifuga. “Donde las relaciones con el interior se maximizan y las relaciones con el exterior se minimizan.” En teoría Mies partiría de un concepto distinto en torno a un plan abierto pero conocía perfectamente la filosofía de Loos y la relación es más que obvia a pesar de la animadversión que se tuvieron los dos personajes. Según parece nunca quisieron conocerse. A pesar de los muchos estudios que intentan unir o separar sus formas de concebir el espacio hay un dato incontrovertible, el fabricante de muebles Jan Vaněk se ocuparía de decorar ambos edificios, trabajando al mismo tiempo con ambos arquitectos.