7 puertas para entrar en Chequia
Durante 2021 la República Checa conmemora la Revolución de Terciopelo que ocurrió hace 32 años y la hizo libre del poder soviético, unida a Eslovaquia, formando Checoslovaquia. Y también cumple 15 desde la entrada en la Unión Europea, ya como Chequia, tras la separación de Eslovaquia en 1993.
Por: Joaquín del Palacio
Publicado: Enero 10, 2020
Tras décadas de progresiva apertura que este país ha mantenido, para el año 2019, propone continuidad abriendo 7 puertas a los visitantes para que conozcan mejor sus encantos, que son muy diversos y están muy cerca.
Acceso al relax: Karlovy Vary
Una de las regiones balnearias más importantes de Europa está en el occidente checo. Un triángulo de ciudades balneario: Mariánské Lázně, Františkovy Lázně y la ciudad que recibió el nombre del emperador Carlos IV: Karlovy Vary. Además de relax, aguas medicinales y buenos hoteles, algunos con campos de golf para disfrutar aún más, esta región cuenta con una naturaleza preciosa en la que se encuentran: pueblos con encanto, castillos como el de Loket o Kynžvart y monasterios como el de Teplá.
Joyas del sur, a través de České Budějovice
Bohemia del Sur posee algunos de los mejores lugares de Centroeuropa, en la naturaleza y entre sus municipios. Unos son pueblos como Jindřichův Hradec o las localidades que forman parte del Patrimonio de la Humanidad como Holašovice y la joya del renacimiento checo: Český Krumlov.
České Budějovice es el acceso ideal para conocer Bohemia del Sur. La naturaleza le ha regalado al sur bohemio el Parque Nacional de Šumava y el embalse de Lipno para que los amantes de los deportes, la flora y la fauna encuentren su paraíso preferido.
A la historia desde Olomouc
Olomouc es la puerta para conocer el gótico y el barroco del este checo. Esta ciudad fue la primera capital de Moravia y, por ello, posee muchos encantos como fuentes, el palacio Arzobispal o la columna de la Santísima Trinidad que es Patrimonio de la Humanidad. Tras Praga Olomouc es la ciudad que más patrimonio ostenta. También esta región es muy conocida por sus vinos y sus quesos. Además muy cerca, a solamente 100 km, encontramos el castillo de Bouzov y la ciudad de Ostrava, con su patrimonio industrial y natural.
A través de la segunda ciudad: Brno
La propia ciudad de Brno tiene un ambiente muy agradable en sus calles, festivales musicales, su famoso circuito de velocidad y mucho que ver. Es la puerta a Moravia del Sur para conocer sus dos joyas naturales (Parque Nacional de Podyjí y la Reserva de la Biosfera de Pálava) y sus cuatro villas (Stiassni, Low-Beer, Jurkovič y Tugendhat) esta última de Mies van der Rohe es Patrimonio de la Humanidad. La ciudad de Zlín es una bella desconocida cercana a Brno.
A la región menos conocido, a través de Pardubice
Pardubice es un importante nudo ferroviario que une muchas ciudades checas y desde 2018 está conectada por avión (low-cost) con Alicante. Ocupa la zona central de Chequia y su situación es estratégica. Desde aquí se pueden conocer varios sitios claves. La ciudad más antigua de Chequia: Hradec Králové, que significa castillo de la reina, es ciudad desde el siglo XV. También el castillo de Litomyšl que también está en la lista de la UNESCO. O las Caballerizas de Kladruby y allí, ¡montar a caballo o conducir un carruaje!
Pilsen y la querida rubia
Pilsen fue una importante ciudad en el siglo XIX y eso le ha dejado un legado que ahora se puede disfrutar. Su anillo verde en lo que eran sus murallas, su catedral, el Museo de las marionetas o la Gran Sinagoga son algunos encantos para visitar. Aunque quizás lo más importante sea la fábrica de Pilsner Urquell, la primera cerveza de tipo lager que se comercializó y, tal vez, el tipo de cerveza más conocido en España. También cuenta con dos festivales de cerveza y uno de música.
Paradigma de belleza urbana: Praga
Praga es el principal acceso internacional a la República Checa y una de las ciudades más bonitas del mundo. Aunque uno vuelva muchas veces siempre descubrirá cosas nuevas y podrá hacer miles de fotos una y otra vez y así sucesivamente… Los museos, la Ciudad Vieja, el Teatro Nacional o el río Moldava y sus puentes son algunas señas de identidad de la ciudad que merece ser conocida en cualquier época del año porque siempre es más bonita que la última vez…