La Ruta de la Unesco se amplía con dos nuevos lugares que invitan a ser descubiertos
La Ruta de la Unesco que se amplía por dos nuevos lugares del país para descubrir.
Por: Colaborador invitado
Publicado: Enero 19, 2020
República Checa cuenta con 14 inscripciones de lugares y monumentos en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco. Una cifra que nos permite realizar una ruta para descubrir el país desde un punto de vista patrimonial.
Las dos últimas declaraciones de ‘Patrimonio de la Humanidad’ de la Unesco este mes de julio se han sumado a la docena anteriorque habían sido inscritas de forma paulatina desde 1991, fecha en la que la República Checa ratificó la Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural y Natural. A estas catorce hay que sumar otras cinco de Patrimonio Cultural Inmaterial: el carnaval, los títeres, la cetrería, la cabalgata de los Reyes y la danza masculina Verbuňk; y un Geoparque, el Paraíso de Bohemia.
En un recorrido por Chequia marcado por la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco no tendrían que faltar los siguientes lugares y monumentos:
Las caballerizas de Kladruby nad Labem
La Unesco ha incorporado este 2019 a su Lista de Patrimonio Mundial el ‘Paisaje de cría y entrenamiento de los caballos ceremoniales y de carruajes de Kladruby nad Labem’. Los kladrubers son la raza de caballos más antigua de origen checo, y se ha criado en Kladruby nad Labem desde hace más de 400 años. Esta yeguada sigue en activo y está abierta al público.
La Región de Erzgebirge/ Krušnohoří
También conocida como ‘Montes Metalíferos es el fiel reflejo de un paisaje moldeado por la minería durante más de 800 años. Entre el siglo XII y el XX, se implantaron en este lugar innovadores sistemas de gestión del agua, de procesamiento y de fundición. Todo ello ha sido valorado por la Unesco para su reciente nombramiento.
Brno
La segunda ciudad más grande de República Checa guarda en su patrimonio una gran joya protegida por la Unesco desde 2001: la Villa Tugendhat. Es la edificación europea más importante del arquitecto Ludwig Mies van der Rohe.
Český Krumlov
Situada al sur del país, esta joya medieval nos traslada al pasado gracias a su trazado urbanístico y a los monumentos que salpican la ciudad. Todo ello fue valorado por la Unesco en 1992. Uno de los mejores momentos para visitar la población es en junio durante la ‘Fiesta de la Rosa de los Cinco pétalos’.
Holašovice
Esta ciudad ha estado marcada por un pasado trágico, en el que casi todos sus habitantes fallecieron debido a una epidemia de peste, y por la consecuencia de los tratados de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la repoblación checa de las viviendas abandonadas y la conservación de las casas y graneros medievales, lograron que fuese inscrita en la Unesco en 1998.
Kroměříž
Historia, arquitectura y naturaleza son los principales ejes en los que destaca esta antigua propiedad de los obispos de Olomouc convertida en ciudad. Si se acude a este rincón para asistir a alguno de sus festivales, no se deben dejar de visitar los jardines y el palacio de Kroměříž, declarados Patrimonio de la Humanidad en 1998.
Kutná Hora
Relacionada con la extracción de plata, como su nombre indica (Kutná Hora se puede traducir como Montaña Excavada), esta urbe está considerada el arca del país. Su singularidad y la historia apoyaron en 1995 su inscripción en la lista de la Unesco.
Litomyšl
En esta bonita población no faltan edificios renacentistas y barrocos, ni jardines, museos o festivales de ópera. Sin embargo, el elemento que le otorgó los favores de la Unesco en 1999 fue su magnífico palacio renacentista, que está decorado con más de 8.000 dibujos esgrafiados.
Olomouc
Esta esa una de las metrópolis más importantes de Moravia y un lugar que ha atraído a personalidades de todos los campos. También, por desgracia, atrajo a la peste, y, por suerte, una curiosa tradición de levantar columnas monumentales. Su columna de la Santísima Trinidad, de una gran dimensión y con una inusual riqueza ornamental, fue recogida por la Unesco en su famosa lista en el año 2000.
Praga (Praha)
La capital de Chequia, la ciudad más visitada del país, cuenta con un centro histórico que se extiende por 866 hectáreas. Una superficie que comprende, entre otros lugares, el castillo de Praga y Hradčany, Malá Strana y el Puente de Carlos, la Ciudad Vieja con el barrio de Josefov y la parte conservada del antiguo Barrio Judío, la Ciudad Nueva y Vyšehrad. Todo ello, en conjunto, está protegido desde 1992 por la Unesco.
Recinto de Lednice-Valtice
Donde antaño se levantaba un castillo, hoy día se puede visitar un palacio romántico, una pequeña ciudad y un bello paisaje. Estos 300 km2 se reconocen como un tesoro digno de proteger desde 1996, cuando fueron inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco.
Telč
Situada en el extremo sudoeste del país, en la frontera entre Bohemia y Moravia, esta ciudad que comenzó siendo capilla se ha desarrollado desde el siglo XI pero ha conservado un bello centro histórico rodeado de estanques y murallas. Desde 1992, muchos viajeros se acercan a comprobar los motivos de su reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad.
Třebíč
Su nacimiento está enraizado con la fundación de un monasterio benedictino pero la protección de la Unesco le ha sido otorgada por su barrio judío, un lugar de convivencia entre cristianos y judíos, y por la basílica de San Procopio.
Žďár nad Sázavou
A este antiguo asentamiento comercial los viajeros se acercan hoy día en busca de emociones y deportes que activen su adrenalina. Pero no ha sido por ello por lo que es reconocida sino por la iglesia de peregrinación de San Juan Nepomuceno, situada en Zelená hora. Este templo, protegido por la Unesco desde 1994, fue uno de los grandes proyectos del arquitecto Jan Blažej Santini-Aichl. Su singularidad escapa a las descripciones convencionales, en esta ocasión se aplica el ‘mejor ver’.
Más información sobre la inscripción en la Unesco en 7 nuevas incorporaciones de la Unesco.
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