Qué comprar en Chequia, tradiciones con forma de souvenirs
Si tú también crees que es cierta esa frase que asegura que “un viaje se vive tres veces (al organizarlo, al hacerlo y al recordarlo)”, sigue leyendo porque en este artículo te ayudaremos a cumplir la tercera propiedad. Hemos preparado un listado de compras tan vinculadas a Chequia que será como envolver un trocito del país y llevártelo a casa para tenerlo siempre presente.
Por: Pepa García
Publicado: Diciembre 22, 2021
Si las tradiciones, la historia y la cultura de un país se pudiesen concentrar tanto que cupiesen dentro de un objeto o de un elemento determinado tendríamos la compra perfecta de nuestro viaje a la República Checa. Si ese souvenir, adquirido al pasar fugazmente por un taller, una tienda local, un mercadillo o una fábrica lograse trasladarnos durante unos segundos a ese momento concreto del viaje, lo habríamos logrado. No es necesario que sea algo caro, ni rebuscado... ni que te estreses para conseguirlo. Aprovecha la artesanía local de la región que visites, las tradiciones nacionales, o unas compras gourmet de esas que nunca fallan, y llévate un trocito de Chequia a casa.
Compras con sentido en la República Checa
En este artículo encontrarás algunos souvenirs o recuerdos que puedes comprar tanto en Praga como en el resto del país. Te darás cuenta de que algunas de estas propuestas también se pueden adquirir online, por si te quedas con las ganas de llevarte algo en tu escapada y quieres pedirlo después desde casa.
1. Cristal de Bohemia
Con una tradición que se remonta al siglo XIII, el cristal de Bohemia no sólo cuenta con renombre internacional sino que muchas de sus piezas se encuentran en las mejores y más nobles casas del planeta. Su transparencia, resistencia y delicado tallado lo han convertido en algo más cercano al arte que a la artesanía. Aunque lo ideal sería visitar alguna fábrica, como la centenaria Moser en Karlovy Vary, el cristal también se puede adquirir en tiendas especializadas de las principales ciudades. Además de la fábrica, taller y museo Moser, puedes acudir a la fábrica de cristal de Nový Bor, y a la fábrica de Nižbor.
2. Artesanía de color añil
El teñido con añil que nos puede parece algo de otra época, en la República Checa alcanza la categoría de Patrimonio de la Humanidad. Esta tradición de siglos protegida por la Unesco desde 2018, sigue siendo aplicada por algunos diseñadores que, dando la espalda a la producción en serie, se han volcado en crear piezas únicas aplicando dicha técnica. Uno de los lugares donde hay talleres es en Strážnice, en la región de Hodonínsko. Hoy día se puede adquirir ropa de hogar, blusas, juguetes para niños, etc. Y el pasado 2020, incluso se realizó una edición especial de Adidas, con varios estampados en añil, para celebrar el 50 aniversario del modelo Superstar.
Si tienes curiosidad por los patrones o estampados con índigo, consulta cómo lo aplica la diseñadora checa Alice Klouzková a sus creaciones. También es recomendable visitar algún taller en activo como Danzinger, en Olešnice u Blanska. Seguro que encuentras prendas originales para llevarte como souvenir de Chequia.
3. Marionetas y títeres
Si haces un viaje con niños a la República Checa o quieres llevar un recuerdo a alguien especial, las marionetas pueden ser el regalo más aplaudido. Reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial por la Unesco, el arte de las marionetas se remonta a los siglos XVIII-XIX. Originalmente, era una actividad muy bien considerada por parte de las autoridades ya que ayudaba a afianzar el idioma checo en el pueblo. Los personajes más comunes en los teatros itinerantes de aquel momento eran los del arlequín, el diablo, el rey y la princesa, pero ahora puedes encontrar muchos otros. Si no sabes moverlos, pide unas clases exprés en la tienda para que a tu vuelta puedas improvisar alguna historia.
© Museo Checo del Granate.
4. Díselo con un granate
La famosa frase de “Díselo con diamantes”, en Chequia habría que modificarla un poco porque la gema nacional más apreciada es el granate. Valorado dentro y fuera de sus fronteras, lo encontrarás engarzado en collares, anillos, pulseras, y en piezas decorativas. Factorías como Graná Turnov elaboran preciosas joyas con este mineral desde los años sesenta del siglo pasado. Incluso cuentan con algunas piezas que combinan granates y moldavitas (un mineral procedente de un meteorito al que se atribuye propiedades mágicas). Además, si te interesan estas gemas, no dejes de visitar el Museo del Granate de Praga. Sin duda, una pieza de joyería con estas piedras talladas es un regalo que siempre te recordará tu viaje a Chequia.
5. Cremas con sales, vino o hierbas
Cada país elabora sus cosméticos naturales en función de los ingredientes que se producen en su territorio. Por este motivo, llevarte a casa como recuerdo de tu viaje a Chequia una crema, un perfume, o incluso un ambientador te trasladará de nuevo a las vacaciones, y a momentos de diversión. Entre las marcas checas que elaboran este tipo de productos destaca Manufaktura, que continúa vendiendo jabones tradicionales de glicerina además de una gama de alta calidad con sales termales de Karlovy Vary y vino de Moravia del Sur, entre otros componentes. Otra firma que también te puede interesar es Botanicus, con ingredientes cien por cien naturales. En sus respectivos sites encontrarás las tiendas más cercanas.
6. El arte de la escritura
Si eres de los que se siente desnudo si no lleva una pluma en el bolsillo del traje, o no puede evitar hacer esbozos con un carboncillo en cualquier lugar y momento, eres el candidato perfecto para llevarte de recuerdo alguna pieza de la firma KOH-I-NOOR Hardtmuth. Elaboradas por esta empresa desde 1790 en České Budějovice, estas útiles herramientas de escritura o de pintura se pueden convertir en un objeto de uso cotidiano o de culto en sus ediciones limitadas. Quizá incluso te animes a escribir tu diario de viaje con una de estas plumas o pintarlo con sus pasteles o acuarelas.
7. Relojes para ser tan puntual como un checo
Seguro que en tu viaje a la República Checa notarás que sus ciudadanos son extraordinariamente puntuales (en este artículo te contábamos algunas de sus manías y esta era una de ellas). Una buena manera de acordarte de esta particularidad es que tu souvenir sea un reloj, pero no uno cualquiera sino uno elaborado de manera artesanal en Nové Město nad Metují (Bohemia del Este). En estas manufacturas, con más de 70 años de trayectoria, se realizan todas y cada una de sus piezas. Acércate en Chequia a alguna relojería y busca en su escaparate el nombre de Prim, una firma que los checos han llevado durante generaciones en su muñeca. También puedes consultar previamente su catálogo online. Te va a gustar.
© Sombreros Tonak
8. Un sombrero Tonak
Aunque la moda de los sombreros o tocados va y viene, estos complementos siguen siendo imprescindibles en los eventos más elegantes y se han vuelto a hacer un hueco en las pasarelas. Si eres de los que le gusta cubrir su cabeza a diario o, al menos, en ciertas ocasiones, te interesa saber que la marca Tonak es una auténtica institución en Chequia. La firma fue fundada en 1799 y sus talleres están situados en Nový Jičín (en el norte de Moravia). Si quieres ver cómo te quedan (y echarte unas risas), no tienes más que entrar en su web y probártelos de forma virtual. Los hay para todos los gustos y presupuestos.
9. Topito, un souvenir para niños
Si cuando viajas te gusta regresar con alguna sorpresa para tus hijos o sobrinos, en la República Checa encontrarás muchas opciones, además de las ya mencionadas marionetas... En el campo editorial, una compra recomendable son los cuentos ilustrados. Una colección que adoran los niños checos es la protagonizada por Krteček, El Topito, un personaje de los años 60 del siglo pasado ideado por el pintor Zdeněk Miller. Además de como ilustración, también lo encontrarás convertido en figura de madera, peluche, metal ¡o incluso mazapán! Siempre habrá alguno adecuado para los benjamines de la familia.
10. Recuerdos comestibles
Hemos dejado para el final los que serán los souvenires checos más aclamados al regresar: los gastronómicos. Cada región y ciudad cuenta con sus propios sabores locales, como las famosas obleas de Karlovy Vary, que se venden empaquetadas y llegan en perfecto estado. Pero también hay otros que son emblema de todo el país, como el licor Becherovka, que incluso cuenta con su propio museo (en este artículo te contamos todas sus particularidades) y el licor Jelínek, cuyo centenario destilado de ciruelas es su buque insignia. También es el caso de la cerveza y el vino. Tendrás que facturarlos o comprarlos en el aeropuerto pero serán bien acogidos en tu próxima reunión de amigos. Si haces una visita a una fábrica de cerveza o a una bodega, aprovecha para adquirir cervezas artesanas o vinos locales que no puedas conseguir en tu país de origen.
¿Con cuál de estos souvenirs checos te quedas? ¿Tienes ya claro qué comprar en la República Checa para que el recuerdo de tu viaje se alargue en el tiempo?
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